Ni todo el monte es orégano ni, mucho menos, todo el aceite de oliva virgen extra a disposición del consumidor es AOVE.
Aunque la promesa de calidad de estas conocidísimas siglas en el etiquetado de los envases de aceite de oliva virgen extra así lo anuncien, un AOVE de verdad, con la máxima pureza y garantía de origen y elaboración es aquel que llega hasta nuestros hogares sin defectos de aroma y sabor tras haber superado el correspondiente panel de cata y un minucioso proceso de análisis bioquímico por parte del fabricante. Con un grado de acidez que, en un AOVE que se precie de serlo, no debe superar nunca el 0,8%.
AOVE: por sus características lo conoceréis
El frutado
Un aceite de oliva virgen extra que, en verdad, merezca la etiqueta de AOVE, debe proporcionar intensas sensaciones olfativas que pueden recordar -en nariz y boca- a manzanas o tomates. Esta característica, que depende en gran parte de cada variedad de aceituna y de su grado de maduración, es la responsable de que el aceite se clasifique durante la cata como frutado débil, frutado medio o frutado intenso.
La acidez
Como decíamos, la acidez de un AOVE “pata negra” no debe superar el 0,8%. Independientemente de la variedad de aceituna (arbequina, picual, hojiblanca, picudo… etc.) empleada en su elaboración, este atributo de acidez es el principal indicador de la calidad del aceite de oliva virgen extra. Esta característica la aporta la cantidad de ácidos grasos presentes en el aceite. Que se “rompen” cuando el punto de maduración no es el adecuado, por un excesivo tiempo de almacenaje o por otras circunstancias en el molturado y extracción del aceite.
El sabor
Aunque la potencia, la frescura y la untuosidad del sabor del AOVE dependen de las aceitunas empleadas en su elaboración, bien partiendo de monovarietales o mezclas, un aceite de oliva virgen extra debe aportar marcados matices gustativos de picor y amargor en boca si procede de aceitunas verdes. O toques de dulzor en el caso de la elaboración a partir de aceitunas más maduras.
Asimismo, un AOVE de calidad debe ser fluido. Nunca pastoso ni acuoso. Y con una textura y cuerpo sedosos que son fácilmente perceptibles en boca.
El retrogusto
Este atributo aglutina las sensaciones olfativas y gustativas del AOVE tras ser consumido. En esta fase, el aceite, como ocurre con los perfumes, debe “abrirse” y evolucionar proporcionando otras notas y matices que revelen su alma. La armonía de este retrogusto respecto a las primera sensaciones que proporciona el AOVE en nariz y boca es la que, finalmente, indica si es un aceite de oliva virgen extra neutro, equilibrado o sobresaliente.-
En AOVE Emporium cuidamos hasta el último detalle en la elaboración de nuestro aceite de oliva virgen extra. Y cosechamos las aceitunas de nuestras propias fincas en su proceso de envero (cuando aún están verdes), para conseguir un frutado e intensidad superiores y mantener intactas las extraordinarias propiedades organolépticas de este oro verde. Asimismo, el molturado posterior de estas aceitunas se realiza en nuestra propia almazara uniendo innovación y procesos tradicionales.
Emporium AOVE es una delicia que no puede faltar en tu hogar y que puedes comprar en nuestra tienda online con las máximas garantías de estar adquiriendo un aceite de oliva virgen extra de toda la vida.
Si quieres conocer un poco mejor nuestro AOVE, aquí te contamos su historia y por qué, hace más de 2000 años, era el favorito de los Emperadores Romanos.
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